Escribo este artículo para darle algo de visibilidad a esta joya de los videojuegos, un título que fácilmente podría considerarse uno de los mejores remakes de todos los tiempos. Silent Hill 2 Remake ofrece una historia que cualquier amante del terror psicológico debería experimentar: una narrativa profundamente influenciada por Crimen y Castigo de Fiódor Dostoievski, que trasciende los estándares habituales de un videojuego y te deja un nudo en la cabeza mucho después de terminarlo.

Y aun así, todo ese valor parece importarle muy poco a Microsoft y a su equipo de marketing. Apenas una semana antes realizaron un evento digital dedicado a juegos third-party, donde todos esperábamos ver Silent Hill 2 Remake… pero su ausencia fue total. Después de más de un año de espera, el juego simplemente apareció días después en la tienda, sin anuncio, sin tráiler y sin la mínima intención de generar expectativa.

Y aquí es donde entro yo: simplemente otro fanático más, alguien que ha seguido la saga desde los lejanos 2000’s y que ha jugado la versión original incontables veces. Un jugador con una Xbox Series S que revisaba la web día tras día esperando ese momento en el que James volvería a encontrarse con Mary en la consola de Microsoft. Y, siendo honesto, como estoy decepcionado por los últimos movimientos corporativos de Xbox y por su desastrosa falta de marketing —algo que este caso vuelve a dejar en evidencia— no me quedó más remedio que volver a mi escritorio y ponerme a escribir.